Tiempo
que apuntalas mi presente
que marcas huellas nuevas en mi piel
y apuñalas con fina daga
el pulso de mi corazón.
El picar de tus ladridos
tapona el estruendo
libre
de mis latidos
y tu rosario de cuentas interminables
hace que me separe en instantes,
en minutos y segundos incontables.
Eres veneno en mis oídos
Jugo dulce de la mente.
Desespero cuando te vas
y me alzo en Alegría cuando no te tengo.
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