Antes de todo
de la creación y del tiempo
de Dios y sus caminos
Espero, me enseñes a gatear.
A moverme, cerquita del suelo
con mis manos y mis piernas
con las patas de animal.
Tal vez así, algún día
me enseñaras a caminar
a recorrer tus caminos
inmune a tu costado mundano
impermeable al dolor,
indiferente,
ajeno
y perteneciente a toda la tierra.
Así, desinteresadamente
tal vez algún día
puedas enseñarme
como la madre halada que eres
a despegar mis raíces de este mundo
a desplegar mis alas
y sobrevolar los cielos
hasta la cúspide de lo inevitable
Y FUNDIRME CON VOS
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