después de tu tormenta
y unos días sin vernos
quiero confesarme.
Como la emperatriz de los cielos
obsequiaste destelladas de luz
a todo mi campo desnudo
Como un rayo
unida al Árbol
enardeciste todo mi espacio interno
y desde mi corazón
diste luz al fuego
sagrado tesoro
al que eh de rendirle ofrendas
constantemente alimentarlo.
Tal vez esta distancia, hoy
termino por regar este desastre
Toda esta inmensidad que tu tienes
toda esta inercia
que deje entrar..
Rociado de esta calma
con la serenidad del Sol
te contemplo
aun mas pura que ayer
mas completa.
Mas gris, mas fuego
con tus colores
con tu luz
y tu bella sombra.
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