¡Con que alegría transformas mi mundo!
Que liviano que lo dejas
cuando nos amamos
antes
y después de la creación.
Como el universo del niño
aquietas mi conciencia
y ella se expande
posándose en cada cosa
como el mas perfecto destino
y no tengo mas que asombrarme
que maravillarme infinitamente!
Benditas todas tus ofrendas
toda tu esencia con la que me bañas
y me sueltas
Toda tu amplitud
Toda tu libertad!
Benditas las almas
cuando dejaste en mi pecho
tu corazón como guía
Seguir el llamado
de la primera sensación que nos toque
que este golpeando nuestras puertas
para percibir aquel brillo
la sombra divina de tu sombra.
Allí esta ella, el
y nosotros, contigo estamos,
en estas letras
palabras
en el aire que respiras,
los ojos con que lees
el corazón con que las sientes
y te sientes.
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