Mi Señor me espera, sereno
en el lugar de siempre..
Se han secado las flores
y consumido ya la vela.
Se ha acumulado algo de polvo
debajo del altar..
Ha callado el cuenco
y desaparecido en aroma el incienso.
Mi Corazon mengua como la Luna,
no sabe si llorar
o perdonar.
Mi Señor le espera, a el, que late a su ritmo,
que se ha roto en pedazos al Recordar,
que se ha desarmado en lagrimas al escuchar su voz.
Mi Corazon y mi Señor, son la misma cosa
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