miércoles, 29 de octubre de 2014

Descendí al Seol

Descendí al Seol de este presente,
al tocar tus pies
y volverlos pasado.
Enredado en el filo de los pensamientos,
tu sombra salvo de mi,
cubriéndome desde adentro.

Al caer me sentí frió,
débil y marchito.

Este órgano insignificante es todo tuyo,
su pulso y su latir constante,
cada melodía, cada nota.

Una miseria infinita,
circundea la pupila de mis ojos,
y no tengo historia,
ni destino ni hogar.

Descendí cayendo
en lo hondo de tu océano Ser,
y tuve miedo.

Temblé mi cuerpo y tembló la tierra.

Vientos y tormentas,
anuncian el filo de la Transformación,
preparando mis parpados
en la llovizna oscura de mis pestañas
para un nuevo Despertar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario