Muerdo con rabia cada palabra,
cada silencio,
Arde lo que siento en la mirada,
en la vena madre que une lo que pienso
con el vientre bajo.
Tenso mis músculos, mis gestos
y el foco de la atención se vuelve fino,
de adentro
hacia afuera.
Respiro lava volcánica,
exhalo por mi nariz el calor de la Tierra.
Suelto las cuerdas, la timidez sostenida.
Muestro los dientes, las garras
y bailo con la Naturaleza la danza de la Destrucción.
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