lunes, 27 de julio de 2015

Voraz

III

Alguna vez
expuse mi carne a los ojos del mundo
Confiando en Ti
con inmensa ternura.

Abri mis ojos, mis lagrimas
y abri mi boca, cantos, palabras
gemidos
saliva.

Abri esta corporalidad sensible,
estas ganas de,
este revolverse desde adentro.

Abri
mis piernas
de raiz,
de semilla y comienzo.

Sacudi y agite la tierra.

Bese tu herida con dulzura,
bebí tus miedos para transformarlos en vapor..

Y alguna voz tomo por el cuello mi inocencia,
alguna duda ajena
tomo por mis nervios el harpa con el que tu te hacías sonar,
y anudo la libertad de mi cuerpo.

Senti lo que sienten las bestias,
los leones y serpientes
cuando se los condena
como avispa o abeja
por seguir casi sin querer con su naturaleza.

Expuse mi vida
Confiando en Ti..

Señor mio,
Destructor de errantes senderos,
Loba de mis Lunas,
advienes en mi
lo Inevitable,
trayendo contigo el presente arrasador.

Me cuidas de las manos del domador
de las formas que me quieren adiestrar,
de los tontos intentos de querer cambiar
esta Belleza imperfecta.

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