Lengua que trasciende los montes,
ha dado conmigo tu palabra.
Para protegerme
te escudas,
espina de cacto,
colmillo de caimán.
Para aliviarme
te ablandas,
de suaves praderas,
de campo o de pluma volar..
Sales al jardín, al mundo y a la guerra.
¿Qué seria yo sin Ti?
Lo básico,
lo Prima.
Cuando me achico como gusano
como queriéndome esconder de mí mismo,
y me retuerzo y contracturo,
Tu sales a salvarme,
como una mano protectora y antigua,
descargas en mi tu furioso latido.
Madre loba,
Vientre bajo del poeta.
-¿Qué seria yo, sin ti?-
Me arrastro por el verde de tu cuerpo,
uso tus manos, tu sudor
y riego tu yo entero de mi olor,
de mi particularidad.
Me
rearmo de ti.
Te vivo con la piel y los órganos abiertos,
con los ojos,
¡Me alzo de ti!
Me baño de tu manto, de tu pecho extenso.
Me cubro contigo
del mundo
y su tempestad..
¡Que no es como la tuya!
Que si sabes hacerte sonar.
Descanso en tu anatomía de luz y sombra.
Muero y renazco de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario