lunes, 14 de junio de 2010

puta madre

Pero la puta madre! ¡¿Que clase de bicho te puede poner así?! Más vale que me encanta, que estoy húmedo y sudo como una perra en celo cuando te tengo cerca y lejos y cuando no te tengo también. Mas vale, creo que cualquiera que comió de esa virgen un pedazo de corazón, un buen cacho de vida, todavía la extraña. Pero la puta madre… ¿Para tanto tiene que ser? Porque quiero contarle a la vida y al sol por si no estuvieron atentos, que el mundo que ellos tienen como juego ya dio muchas y muchas vueltas, solitarias vueltas y también bien acompañadas. Pero la puta madre. Fluyo con los días convidando mi energía pero en secreto creo que la parte de la que a veces hablo, la que ve los días pasar, no te quiere en su rama, esta esperando que algunas de las vueltas del mundo, las solitarias o bien acompañadas, alguno de los días de esos que pasan, te lleve a vos y a todo tu jardín.

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