viernes, 10 de septiembre de 2010

Los ojos y el espejo

El espejo es algo siniestro, enfermizo. Aquel cristal diamante en sus formas más laberínticas siempre dispuesto a entregarse. Allí se esconde el reflejo de quien decimos ser. Se transparentan nuestras diferencias que nos enseñaron a destacar como defectos. Ahí esta la imagen que muta con los días, transforma, y nunca termina por llenar esa vieja demanda impuesta de la burda perfección. Sin embargo, escapando a la divertida y absurda realidad, existen puntos del reflejo que nos brindan algo mas.. El espejo advierte una verdad. Pequeñas manchas que se salen del disfraz. Un sol, una luna que nunca se podrán ocultar, tampoco callar. El color de nuestro origen, de nuestro destino divino. La revelación de la esencia natural que nos habita.
Así son, los ojos.
La entrada a la inmensidad del ser, a su luz insondable. Una cueva tal vez oscura y algo enigmática de ver, un valle hermoso que siento jamás perder. El espejo tiene mucho por decir, en susurros ligeros busca salpicar, mojarte con algo de claridad. Se, es vago decirlo. Prestarle atención a tus ojos suena algo vulgar, superficial. Pues ven..
Mira bien profundo los míos
Míralos con intensidad
Ingresa en ellos
Somos la vía
El camino al sol para no olvidar.

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