Ninguno de mis poemas
son en verdad, totales.
Aquellas ideas fantásticas
o revelaciones efímeras,
aquella poderosa intuición
aquel intenso sentir
quedan fuera de mis escritos.
Mis resoluciones mas lucidas
con una fluidez casi perfecta
así como de mi, brotan
a mis tierras vuelven.
Cada palabra
es un intento.
Me siento divino
herrmoso
como mi intento de compartírtelo
a ti
hermana o amante.
Cada palabra es un intento.
El Sol no me permite hacerlo por entero
reflejar con claridad, la totalidad.
Pero me ha dado estas manos..
Benditas
y me ha puesto a mi
en medio de su naturaleza
como un arbol solitario
inmenso
me impongo
en el lleno pastisal,
bella cabellera nativa
y hermanados por la tierra
por el aire que nos nutre
y nos rodea
humildemente respiro junto a ella.
Al igual que sus cabellos
me dejo peinar por el viento
me abandono a su danza
como las hierbas aprendo a fluir.
Aquí, no puedo volcar todo
o casi todo.
Una brecha, de la que estoy enamorado
no nos deja..
Pero me a dado estos ojos
y el silencio.
Aprovechar esa pausa eterna
para observarlo todo
y mamarlo todo.
Incontables cantidades de pequeñas gotas de vida
¡Déjalas entrar!
Poseo, con viejos conjuros que los cielos
me han ofrendado, mis ojos, mis manos.
Los hechizo
y dejo huellas, caricias en cada ser.
Advierto, cada detalle de mi
y a ti te los regalo.
Mis manos, mis ojos
a ti te los devuelvo.
Bajo tu mano
todo danza
pulsa armoniosamente
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