lunes, 6 de junio de 2011

Costas

Soy como el naufragio eterno.
En las costas de mi tierra
mi corazón, vago y silencioso
inútilmente te espera.
Esta vida me a rodeado de flores
y yo, sin embargo
cambie todas por tu dudoso e inquieto mar.

Soy el único culpable
quien elije
su propia condena
su nauseabundo malestar

Disparo todas las flechas contra mi
dejándolas entrar, hirientes
en mi pecho.
Como tu
lastiman mi debilidad.
Como a ti
todo el veneno de la tierra dejo entrar
y luego camino
y guardo silencio

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