Mientras tengas algo que contar,
no soltaré el pulso de la infancia,
de la vida
sin desperdicio.
Cortaré las flores que otros siembran,
y pediré perdón a tus pies.
Estoy aprendiendo,
volviéndome
mas solo.
Crezco
sin querer.
Como quien ama sin darse cuenta.
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