Querido hermano, hijo mió, querido Ciro. Te escribo estas palabras al oído de tu corazón, al ombligo de tu vida, llenas de afecto, de un insondable amor sincero, mezclado con algo de dolor. Te escribo, sabes, porque ya nadie contesta mi llamado. Mi cuerpo esta vació y triste sin tu voz. No hay nadie que grite por mi, que sufra, que llore, que viva por mi. El filo del tiempo te fue alejando y ya casi no te veo. Tus ojos dejaron los míos, y aunque el mundo pase por ellos, ya no lo siento. Toco esas dulces luces que antes erizaban mi piel, estremecían mis deseos animales. Las toco, y no llego al cielo. Voy solo y perdido, despojado del sol y su gracia fantástica. El caminar es tortuoso. La soledad lo es. Mis pies marchan, no pasean. No vuelan encaminados en dichosas aventuras. Van sin luz ni fuerza. Ni rumores del cielo. El asfalto domina mi poca sensibilidad quemando mis pies al suelo. Ni la lluvia baja a cachetearme, a darme una caricia. No se si me entendes. Aquello que te quiero significar, la vieja esperanza de que vuelvas a mi, el deseo de volver a amar.
Ojala algún brote viva escuche esta oración, la que en el fondo de mi abandono, con vergüenza y algo de pena, se enfrenta a los profundos ojos del corazón.
Si supieras el sabor a nada que tiene esta vida, lamiendo las frutas con una lengua muerta. Un caparazón marchito y seco me priva de aquellos olores rejuvenecedores de la madre verde. La coraza de humanidad que encierra mis alas en una jaula mental. Los problemas de aire ya no son de otros, y toman peso en mi espalda. Y por eso el texto, la confesión. Doy luz al relato para invocarte. Vuelvo al papel para inventarte, y para que aquí me sorprendas. Y es que sospecho, amigo mió. Te siento escondido en el alma, en el corazón de estas palabras.
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Cir bendeci el momento en que tocaste ese amor profundo, por todo y por todos... ahora queda el largo camino del hermoso reencuentro, no te perdiste, no se murio, solo comenzaste a caminar mas lento para fundirte en la llegada.
ResponderEliminarBesos.
Me encanta lo que escribis.
Vero