La enfermedad
humana
se baña en la tibia sangre
que el amor dejo en la herida.
Se empapa
del calor mortífero del fuego
que hiela la piel
quemando la angustia.
como el ardor, cocina
las alegrías
en esta boca
llena de llagas.
Dolores finos
Quemantes
Pulsan en el rojo
de la piel descubierta
siendo el rey,
decapitado
de este infierno
al que estoy atado.
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