miércoles, 3 de noviembre de 2010

Animal

No me comas.
No me muerdas
ni cocines.
No me mates.
No me críes
en una jaula.
No me mires
ni acaricies
cuando el alimento
dejas caer
en aquel plato sucio
del que todos comemos.
No observes
ni evalúes.
No midas mi peso,
mi precio.
No me vendas
y vendas
y vendas
para que otros
cometan conmigo
las mismas
oscuras formas
con mi vida
mi cuerpo
mi dios.


Yo te he comido.
De tu ser me he alimentado.
Yo te mate.
Todas las veces, te mate.
Te crié.
Te acaricie, mascota
del infierno que es el hombre.
Yo te di de comer
Yo te di agua..
Yo no te di nada.

Nada.

Vi a otros criarte.
Los vi evaluarte,
venderte.
Los vi encerrarte.
Los vi comer
y matar
y matarte,
matar a todos.

Los vi,
y mis ojos.
Me vi,
y mis ojos
lloraron
culpa
dolor
pena
y amor.
Lloraron por ti,
por mi
y por todos,
todo.

Con mi cuerpo violente el tuyo.
Te devoré sin asco.
Con los ojos de mi alma
(Los ojos)
te sentí,
y con mi corazón
del universo entero
te abrasé y ame
animal, hermano.

Por eso,
junto a tu lado
canto
al oído de este planeta:
No me comas.
No me muerdas
ni cocines.
No me mates
ni me críes…
No levantes las paredes de tu jaula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario