Algunas cosas carecen de sentido a los ojos ciegos del que no quiere ver. Para su ceguera, se necesitan millones de conectores para darle un sentido coherente a un sincero parafraseo al parecer incomprensible. Ellos, los que miran y no ven, que defienden llenar los espacios vacíos con inútiles palabras, jugando a que estas se unen como hermanas, como si se necesitaran unas a otras y no tuvieran vuelo propio. Atacando a quienes desordenamos las frases tiñéndolas de más de un sentido, tildándonos de asesinos, de locos. Somos para ellos quienes no saben mirar con los ojos, y ellos quienes no saben ver con el corazón. Los ojos.. Sin ellos su mundo se apaga, dormido, convirtiéndolos en ciegos. Sin ellos nuestro mundo ciego aprendió a escuchar. Nos gustaba esconder nuestras almas en cada una de las palabras que dibujábamos en el aire (Para que respirar fuese mas sano). Nos gustaba, pero a las palabras ellos las vomitaban. Querían sentido, querían coherencia. Vivian derechos en sus renglones, y nosotros volábamos al margen. Eran de cerrar ventanas, construir techos y paredes.. Esconder llaves, imponer puntos y a parte.. Pero solíamos guardar en secreto, detrás de la oreja, una coma, una luz para abrirnos lugar y continuar. Un lápiz para dibujar ventanas, y puntos suspensivos para agujerear el techo y dar lugar a mas. Crecimos en libertad, y ellos presos de la razón. Volvimos a parafrasear en la ventana.. ” Volar luz el sol mi vida ustedes vos yo y vos de nuevo”.
Ellos vuelven a escupir :-“Sin conectores, sin sentido”.
Mirà los ojos ciegos, que lejos han ido..
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