domingo, 30 de mayo de 2010

La libertad y el agujero II

Ahora si, quiero hablarles de él. El agujero es oscuro. Es verdaderamente oscuro, y frió. Siniestro, aunque un poco reflexivo. Esta perfectamente estructurado para convencerte de la mas dañina de las mentiras.

Los uniformes y las armas
La desesperación tan sola.
La violencia desnuda
Y la ausencia de ventanas
La sombra muda.
Los pájaros muertos
Y las paredes
Y los techos.

Todos en una combinación vorazmente perfecta generando el puto picazón de mosquito que te distrae del sol en cualquier amanecer.

El encierro, la enajenación
La muerte de un niño sin su mamá.
Los asesinos con placa,
El hambre y el permiso de matar.
El general
Un oficial,
El civil
y un fascista militar..

Todos terminan por recrear la soledad más sola. ¡Que mentira! Había perdido mi libertad. Sentía haberla perdido. Entonces, un silencio de una pasividad enorme, divino, cubrió el espacio. Este y todos. Me abandone a esa energía maravillosa y sincera, familiar, verdadera. Callé hundido en la nada, en el todo...

El pasto
El viento
Y aquellos niños desnudos corriendo

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